"Quedar ADmitida en un sitio INesperado, es bien INcreíble.

La gracia de Dios en hacerme esperar.

Cada cual con su tiempo.

Uno que piensa que esta todo re-listo.
Yo sigo esperando.

En fin. Nada personal.

(...)

"... Y en el tope de sus maravillas para de escribir. Deja el papel a un costado.

Lo siente. Algo se asoma. La sssopita de cholgas.

Como canuto recordando, si era Ese u otro el aroma.

Y ya en la mesa asume, y extrañado comienza.. Comienza...

Medio torpe por lo fuerte, da un respingo antes de digerir...

La cuchara le deja un rastro húmedo por entre sus dedos. Cosa de percatar de un segundo a otro. Agarra el paño y se saca todo... Su rostro culpable es demasiado obvio y la mujer alcanza a divisarlo del otro extremo.

-Qué? Tiene algo?.-

Me recuerda a la antigua propaganda chilena de Tapsin, con el famoso "le saco la sal"... Pero más brutal.

Los niños a cada lado, atentos.

-No he dicho nada-. Responde tratando de mantener la paz..
-TE VÍ, MALAGRADECIDO!!

¡Dios! Era necesario?

Pero comenzando así una pelea, ya no hay nadie que vele por los pequeños espectadores.

Se lanzan palabras primero. Luego, si la adrenalina no para, eso ya es cosa fome...

Mirandose en pleno desafío, sin lugar para los niños, aunque sean 99% partes de todo. O quiza 100, ó sólo 50%... Intentan tranquilizarse.

-Déjala. Ya me harté.

-No. Por qué he de dejarla.. No he dicho..

-Porfavor Hernan!- Interrumpiendole.

-NO PUEDES SER MÁS OBVIO. SI HASTA LOS NIÑOS SON MENOS MAÑOSOS-. Terminó diciendo. Y levantandose de la mesa tomó en brazos a la guagua, uno de sus tantos hijos que comenzaba a alterarse, y salió del comedor.

El pobre hombre, queriendo dar explicaciones a los demases niños, no encontró palabra alguna. Estos se marcharon a dormir, mientras su padre permanecía sentado y sin objeto en su vista.

(Nadie terminó su cena).

Por lo menos en este caso no hubieron golpes ni nada más allá.

Pasaron horas.

El hombre tuvo tiempo de pensar por un lado, y la mujer, por otro.

Ya encontrados los cuerpos en la recámara, sus mentes se conectan.

En dos minutos aparece en cada uno la sonrisa del perdón y del arrepentimiento. Aunque algo incómodos, asumen su madurez siguiendo la vida pasivamente con el ser amado.

Al otro día los niños reposan su imaginación, tranquilos por cualquier drama posible. Viendo la imagen de la familia feliz de nuevo.

Se les debía explicación?...

Fue algo normal perdonarse solo siendo amables al día siguiente?

Alguien dijo que se perdonaron por esa causa?

De verdad que estaba guacala* la sopa?

Me duele la guata. Y ya es maña.

Bonito monito.

-paz"