"-Pásame la carta...- le espeté.
-Chist!- hizo una mueca extraña. Le miré recelosa y a tientas sabiendo que el papel no me pertenecía ni por si acaso.

-Claro, pero si no me respondes la pregunta entonces no hay carta.- dijo al fin con un aire tranquilo.
-Cuál?-
-Pregunta? o carta-
-PUES PREGUNTA, QUÉ MÁS, DIOS MÍO!!!!- la paciencia se me volaba de los nervios.

-Y entrégamela, INUTIL!!!!- le grité.

Se me acercó con la postura coqueta de siempre, diciendo:

- Pues al fin tiene mi gata actitud-. Ya entonces no soporté más la intriga y dandole la abofetada de su vida me miró exaltado dando un grito mirandome, entre humillado y abochornado.

Pasó un Buen rato, parados en silencio, sin cruzar miradas.

Entonces intenté largarme de ahí con la rabia en los dedos y en la punta del cabello(así de encolerizada me sentía), pero olvidando lo rápido que era, me alcanzó tomandome del brazo y acercandome a él, colocó el papel en mis manos temblorosas por el momento, y de igual manera me preguntó:

-¿Porqué osas en hacerme sufrir?... Te sigo amando, LO SABÍAS?.....- subiendo el tono de voz enfadado, pero calmado.

Me quedé mirandolo sin palabras en mi cabeza.¿Cómo diablos podía no decirle algo a ese joven tan ensimismado, y que en cada palabra me buscaba sin rodeos para darle el aliento a seguir expresandose?... Al que yo tanto amaba, y sigo amando. Recuerdo que traía un abrigo largo, negro y sucio, parecía mendigo, su cabello desordenado, tenía marcas en su rostro que no tapaban su hermosura de mocosso empedernido, al que solo yo pude conquistar. Estaba triste.

Había tanto silencio...

-Es un caos.- le dije nerviosa.

-Cómo?-preguntó como "despertando de un sueño".

-Yo!.. Hehe, bueno mi cabeza...-. ¿cómo podía reirme en ese momento?-Crees que te hago sufrir a proposito?- continué, enamorandome más y más.- Sin siquiera darte cuenta que lo único que trato es no dañarte en lo más mínimo?¡¡¡¡¡CÓMO PUEDES...!!!!

Pero un ruido seco me interrumpió.

Bonito monito.

-paz"